domingo, 10 de julio de 2011

Rumi.
















La vida siempre lleva a otra vida.
Me alejas con gentileza
como el canto de la flauta
ahuyentando a la paloma del tejado.
Con la misma canción me llamas de regreso.
Me lanzas a muchos viajes y me anclas a un lugar.
Soy agua. Soy espina que se prende en la ropa del viajero.
No me importan los paisajes maravillosos
sólo quiero estar en tu presencia.
No hay nada en qué creer.
Solo cuando dejé de creer en mí entré a esta belleza.
Vi tu espada y quemé mí escudo.
Volé como Gabriel con setecientos pares de alas.
Pero si ahora estoy aquí, ¿ Para qué quiero alas?
Día y noche guardé la perla en mi Alma.
Ahora, en este océano de corrientes aperladas
he olvidado cuál era la mía.
No hay manera de describirte.
Di el fin de todo esto con tal fuerza
que pueda galopar sobre mi propia conmoción.

Si en el corazón no hay fuego, ¿ por qué este humo?
Si el incienso no arde, ¿ por qué este aroma?
Si mi ser se enamora de lo que no existe, ¿ qué es?
Si la mariposa se alegra por la luz, ¿ cuál es la lámpara?


Grito. Me dices que calle.
Callo. Me dices que grite.
Me enciendo. Me dice : Quiero que tengas calma.
Me calmo. Me dice. Quiero que ardas.

Hablar de ti me enmudece.
La dulzura de tus actos me paraliza.
He escapado de tu jaula en busca del corazón:
tu corazón se transformó en jaula y me mantiene cautivo.

La tierra oculta un tesoro secreto
a creyentes y a infieles.
Nosotros descubrimos que lo oculto es el Amor
y somos pobres por conocer tal tesoro.

De este instante pueddes obtener una perla perfecta.
Las cabezas se juntan, se dicen secretos.
Los graneros del mundo son transtornados por el viento
pero tú duermes como un borracho sobre la paja,

Escucha si puedes soportarlo.
La unión con el Amigo no significa ser
lo que ya has sido sino ser silencio. Un lugar.
Una visión donde el lenguaje está en el mirar.

Dijiste: ven al huerto en primavera, habrá antorchas,
vino, belleza, entre las flores del granado.
Si no vienes, ¿ de qué sirve todo esto?
Si vienes, ¿ de qué me sirve todo esto?

Muéstrame tu cara, semejante a las llamas.
Cuando te acaricio, no ayuno ni te rezo.
Cuando estoy contigo, mi falta es plegaria;
cuando no estoy contigo, mi plegaria es falta.


Apenas despierta el amante dice su amada:
Eres el cielo donde gira mi espíritu,
el Amor dentro del Amor, el lugaar de la resurrección.
Que la ventana sea tu oreja.
He perdido la conciencia muchas veces
al añorar tu silencio que escucha
y tu sonrisa que acelera mi pulso.
Quien concede importancia a mis súplicas y a mis dudas
es como una caricia para mi Alma desviada.
Sabes que mis monedas son falsas
y las recibes a pesar de saberlo.
Te muestras arrogante ante los orgullosos
y no hay frontera a tu clemencia.
Tengo cinco cosas a decir,
cinco dedos que ofrendar a tu gracia.
Primera, cuando estuve apartado de ti
todo lo demás no existía.
Segunda, buscara lo que buscara
siempre te busqué a ti.
Tercera, ¿ por qué aprendí a contar hasta tres
con la Divina Trinidad?
Cuarta, mi sembrío se incendia.
No distingo ya la cuarta de la la quinta.
¿ Son estas palabras la sangre para rastrear el camino
formado por el llanto y la herida de mis ojos?
Habla así y todos a su alrededor
comienzan a llorar con él, a reír tristemente,
a gemir, contagiados por la unión
del amante y el amado.
Ésta es la verdadera religión. Todas las demás
son veladuras desechadas ante ésta.
Ésta es el samá de la esclavitud y del poder danzando juntos.
Este es el no ser.
Las palabras y los hechos no pueden expresarlo.
Conozco a estos danzantes.
Día y noche entono sus canciones
desde la jaula donde encierran a los desquiciados.
Mi Alma, no trates de contestar ahora.
Busca el Amigo y escondete.

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