domingo, 21 de agosto de 2011

Jesús en mi.


Aun recuerdo la primera vez que vi la imagen a través de un espejo.

Su rostro apareció sin que yo lo pensara, fue algo que me dejo completamente descolocada, confundida ,y emocionada. Pero sin ninguna duda de quien era el rostro que a mi me miraba.

Me costo mucho entender este sencillo mensaje.

Mi ignorancia busco una explicación para lo que me había pasado ( ego quiso saber)

Las burlas y cachondeo me confundieron muchisimo, haciendo que retrocediera considerablemente sobre este tema durante mucho tiempo. Decidí que sería mejor dejar esta experiencia guardada en mi corazón. Ya que esto era una verdad a la que yo no podía negar.

Su Amor, crecía como una semilla bien sembrada, donde el cuidado era a diario, un dar y un recibir recíproco.

No hay nada que temer, me decía la voz resonando internamente. Aun así, buscaba la sabiduría de otros para compensar mi ignorancia sobre temas de física cuántica,,y demás. Siempre la respuesta era la misma. Mi responsabilidad. Ego, siempre me hace conquistar montañas, para luego bajarlas a la velocidad de la luz, ego me hace navegar para que el barco sea naufragio y vuelva a la soledad. Esa es la intención de ego y apego. Así que si le doy poder a este pensamiento el dolor y la ira hacen presencia.

Reconocí y sintonice con un libro que me ayudo a entender la imagen de Jesús en mi " el tercer Jesús" de Deepak Chopra.

El sacrificio no existe, el ya llegó para ti, la imagen que yo veía era Jesús resucitado y sin agonía.
Cada vez que esto lo pongo fuera de mi, hay millones de interpretaciones distintas, esto ya no me hacen perder mi rumbo, pues el viene a mi con las cositas cotidianas y en la sencilla frecuencia del día a día. Cada vez que esto lo hago diferente, pierdo esa serenidad a la que me acostumbro cuando estoy siendo yo misma. Cuando subes la montaña, tu frecuencia te deja ver tras las nubes, hora en la que sabes que estas aquí para vivir completamente y en feliz resurrección.
El caos es bueno, remueve tus cimientos para que de vez en cuando despiertes de tus propias pesadillas.

Jesús vive en mi, su resurrección vive dentro de mi corazón. La sanación, las imágenes, y todo lo que mis hermanos vienen a ofrecerme, no son más que regalos que me hago a mi misma. Cuando el Amor hace presencia, el odio, el dolor desaparecen por que no tienen sustancias donde aferrarse, o dicho de forma distinta, no tienen pensamientos afines.

Así que si realmente quiero escuchar lo que el me dice, dejo que la experiencia ocurra y doy gracias por que es ideal para mi forma, para mi Amor, para mi gratitud.

Jesús sonríe agradecido a todos por que sabe que alfa y Omega, son nubes en las manos para la experiencia del pensamiento individual. Tu vibración es tu encuentro con la frecuencia.




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