domingo, 7 de agosto de 2011

Serenidad.

Serenamente paseo por los lugares donde crecí.
Si por un momento paro mi mente en ese instante, un torrente de ideas bajan a recordarme momentos vividos ya un poco lejanos. Siempre junto a mis hermanas, que cuidaron de mí.

Siempre atenta a los juegos infantiles en los que sin ningún inconveniente me asociaba a los nuevos que llegaban para jugar. Hasta la hora de volver a casa, en la que la voz de alguna de mis hermanas me devolvía al presente.

Una música suena en los rincones de mis pensamientos " Bach, toccana & fugue". Traer sanación a las partes que aun no se vieron, como pequeñas mascaras de personajes disfrazadas por el tiempo, en las que cuando frente a frente se encuentran, no pueden sino abrazarse en una amorosa compresión, todo está bien.

Al mirar estos pequeños arboles que juntos ofrecen una deliciosa sombra para los días de intenso calor.



En estos momentos desde mi interior siento una serenidad dulce. Se que la vida nos trae todo lo que necesitamos para avanzar, y si aun no lo haces, lo único que ocurre es que no es necesario.

Vivir ricamente el presente, sin más, es todo.

Pues permites que sea lo que ya es, y siendo lo que ya es, estas en serenidad.



Un amigo es aquel que siempre está presente aun cuando nadie te ve.
El cristo en ti.


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